Ya desde la calle se puede escuchar el compás. A medida que uno se acerca, se da cuenta de que se trata de un tango en pleno centro de Moscú. Cerca del parque Gorka, una bonita plaza que se inauguró hace un año, aparecen las primeras parejas bailando.
Se trata de una milonga creada por Alan, un argentino que emigró a Rusia por amor cuando conoció a su esposa, Olga, una moscovita con mucha pasión por el tango.