En el camino a Rusia sigo conociendo historias de argentinos que dejan todo para poder llegar al Mundial. Agustina, por ejemplo, está viajando a dedo y vende artesanías por Europa para poder llegar desde Londres a San Petersburgo. Ya está en la frontera, muy cerca de su primer objetivo. Santiago Reale quiso hacer algo similar, pero decidió llevar su propio medio de transporte dentro de la valija: su bicicleta.
Sin saber si la Argentina iba a clasificar al mundial, Santiago hizo una promesa en junio: apenas se confirmara que Messi iba a jugar en Rusia, sacaba pasajes hasta Barcelona para emprender un viaje de más de 4000 km en bicicleta por toda Europa.